QUINTA DISERTACIÓN
La Religión en los Estados Unidos

   1. Mediante los españoles y otras razas latinas, los Católicos
llegaron a ser los primeros representantes de la religión cristiana en la
América del Sur y la Central.   Pero en la del Norte, con la excepción de
México, nunca alcanzaron fuerte preponderancia.   En el territorio que
hoy comprenden los Estados Unidos, fuera de las partes que fueron
de México, nunca fueron bastantes fuertes, ni aun durante el periodo
de la colonización, como para lograr el apoyo oficial del Estado.
   2. Comenzando con la época colonial, a principios del siglo
diecisiete, las primeras colonias, se establecieron en Virginia, y algo
más tarde, en el territorio conocido ahora como los Estados de Nueva
Inglaterra.
   Las persecuciones religiosas o, hablando con más propiedad,
irreligiosas, en Inglaterra y en el Continente fueron las principales
causas de que se estableciesen las primeras colonias en el territorio
de los Estados Unidos.
   Entre los primeros grupos de inmigrantes, con excepción del
grupo de 1607 y los conocidos como los Peregrinos (1620), había
dos grupos, uno llamado de los Puritanos, que se componía de
Congregacionalistas.   El gobernador de su colonia era Endicott.   El
otro grupo era de Presbiterianos.   Entre estos dos grupos, había, sin
embargo, un número de cristianos que tenían opiniones diferentes,
que también buscaban escapar de la persecución.
   3. Estos refugiados Congregacionalistas y Presbiterianos
fundaron distintas colonias, y en ellas establecieron sin tardanza, con
fuerza de ley, sus peculiares creencias religiosas.   En otras palabras,
el Congregacionalismo y el Presbiterianismo fueron declarados,
con carácter legal, las formas religiosas respectivamente de los
congregacionalistas y de los presbiterianos, con exclusión absoluta
de todas las demás creencias religiosas.
   Pero cosa notable, estos mismos que apenas acaban de salir
huyendo, de la madre patria, con las sangrientas marcas de la
persecución aún frescas, para buscar un refugio en una nueva tierra

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de libertad, no bien se establecen en sus respectivas colonias, cuando
niegan la libertad religiosa a los que disiente de ellos, y observan los
mismos métodos de cruel persecución con ellos, y por modo especial
con los Bautistas
.
   4. Las colonias del Sur de Virginia y las de la Carolina del Norte
y del Sur estaban constituidas principalmente por adherentes de la
Iglesia de Inglaterra, con el resultado de que las doctrinas y prácticas
peculiares de esa Iglesia constituyeron la religión oficial de esas
colonias.   De esta manera, en las nuevas tierras de América, a donde
muchos Congregacionalistas, Presbiterianos, y Episcopales habían
venido, creyendo disfrutar del derecho de adorar a Dios según los
dictados de su conciencia, pronto hubo tres Iglesias del Estado.   Por
consiguiente, no había libertad religiosa sino únicamente para los
que sostenían la autoridad del Estado.   Como se ve, las hijas de Roma
siguen las sangrientas huellas de su madre; y su reforma está muy
lejos todavía de ser completa.

"EL RASTRO DE LE SANGRE
EN AMERICA"

   5. Entre los que emigraron a América había muchos Bautistas
dispersos, llamados todavía por algunos Anabaptistas.   Es probable
que en cada barco destinado a América se encontrasen algunos.
Pero, en general, llegaban al nuevo mundo en pequeños grupos;
jamás en grandes colonias, porque no se les permitiría viajar en
esa forma.   Sin embargo, continuaron llegando; tanto que antes
de que las colonias se establecieran completamente, los Bautistas
ya eran numerosos en todas partes.
   Pero muy pronto comenzaron a sentir la mano dura de
las tres Iglesias del Estado.   Por el simple hecho de predicando el
evangelio
, y rehusar bautizar a sus hijos, oponerse al bautismo
infantil
y otras cosas inaceptables para sus conciencias, eran
arrestados, encarcelados, multados, azotados, y expulsados, y sus
propiedades confiscadas.   ¡Y todo eso en América!   Podría alegar
muchos ejemplos, pero me limitaré a dar unos cuantos.

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   6. No habían transcurrido aún veinte años desde que se había
fundado la Colonia de la Bahía de Massachusetts, cuya Iglesia oficial
era la Congregacional, cuando aprobaron una ley contra los Bautistas
y otros disidentes.   He aquí un ejemplo de tales leyes:
   "Ordenamos y disponemos que si alguna persona, dentro de
nuestra jurisdicción, condenare públicamente el bautismo de infantes,
o se opusiere a él, o anduviere en secreto seduciendo a otros para que
condenen tal práctica, o se saliere de la congregación en el momento
de administrarse ese rito . . . después de dársele tiempo y de procurar
persuadirla, si no se corrige, será desterrada."
  Esta ley fue dictada
especialmente contra los Bautistas.
   7. El resultado fue que Rogerio Williams y otros más fueron
expulsados.   Ser expulsado de aquellas colonias en aquellos días era
cosa gravísima; ya que ello significaba tener que ir a vivir entre los
indios.   Pero felizmente Williams fue recibido amablemente por ellos,
entre quienes vivió largo tiempo.
   La residencia de Williams entre los indios resultó providencial
para la colonia que lo había expulsado, ya que debido a su influencia
y a sus ruegos, pudo evitar que aquellos indígenas destruyesen dicha
colonia.   De esta manera Williams devolvió a sus enemigos bien por
mal.
   8. Rogerio Williams, más tarde, juntamente con otros, algunos
de los cuales habían sido, como él, proscritos de aquella y de otras
colonias, entre los cuales se contaba Juan Clarke, predicador Bautista,
decidieron fundar una colonia para ellos.   Verdad es que no tenían
autoridad legal de Inglaterra para hacer tal cosa; con todo, creyeron
que ese paso era más aconsejable, bajo las presentes circunstancias,
que tratar de vivir en las colonias existentes a la sazón bajo las
horribles restricciones religiosas a que tendrían que someterse, de
avecindarse en ellas.
   Habiendo, pues, hallado una pequeña extensión de tierra
que ninguna de las colonias existentes reclamaba como suya, se
establecieron en ella, la que se conoce ahora como Rhode Island.   Eso
ocurrió en 1638, diez años después de la fundación de la Colonia de
la Bahía de Massachusetts.   Pero sólo quince años más tarde (1663)
pudieron obtener la autorización real.

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   9. En 1651 (?) Rogerio Williams y Juan Clarke fueron enviados
por la Colonia de Inglaterra para conseguir, si ello fuera posible, la
autorización real para el establecimiento legal de la Colonia.   Cuando
llegaron a Inglaterra, ejercía el gobierno Oliverio Cromwell, pero
por alguna causa que se ignora, no accedió a su pedido.
   Entonces Rogerio Williams regresó a América, quedando Juan
Clarke en Inglaterra para continuar las gestiones.   Pasaban los
años y Clarke seguía esperando.   Por último, Cromwell perdió su
cargo, y Carlos II subió al trono de Inglaterra.   Aunque la historia
considera a ese monarca como cruel perseguidor de los cristianos,
con todo, acabó por conceder la autorización, en 1663, con lo
cual Clarke pudo regresar a América con ella después de haberla
esperado doce años.   Así que en 1663, la Colonia de Rhode Island
quedó convertida en legal institución real, y los Bautistas pudieron
darse su propia constitución.

   10. Escrita esa constitución, atrajo la atención del mundo entero,
por ser la primiera que consignaba la libertad religiosa.
   La lucha por la libertad religiosa, en América solamente, tiene
una gran historia.   Durante largo tiempo, los Bautistas hubieron de
luchar solos completamente por esa conquista, pero no lo hicieron
para ellos únicamente, sino para todos los que profesan alguna
creencia.   Rhode Island, la primera colonia, establecida por un grupo
de Bautistas, después de doce años de gestionar el permiso para
constituirla legalmente, fue el primer lugar de la tierra donde la
libertad religiosa fue convertida en ley del país.   La fundación tuvo
lugar en 1638, pero su establecimiento legal data de 1663.
   11. En esa Colonia, aun antes del reconocimiento legal, se
constituyeron dos Iglesias Bautistas.   Respecto a la fecha de su
fundación, los historiadores, sin excluir a los Bautistas, no están
de acuerdo, por lo menos en cuanto a una.   Por lo que hace a la de
Providencia, fundada por Rogerio Williams, todos, a lo que parece,
están contestes en que se fundó en 1639.
   Cuanto a la fecha de la que se estableció en Newport, por Juan
Clarke, los testimonios más recientes, dan como fecha probable
la de 1638.   Pero los más antiguos dan otra, algo más tardía, la
diferencia, sin embargo, es sólo de unos años.   La constituida por
Rogelio Williams parece que sólo subsistió unos meses; en cambio,

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la fundada por Clarke, todavía existe.
   Mi opinión referente a la fecha de la fundación de la de Newport,
basada en todos los datos aprovechables, es que se fundó en 1638.   Yo
creo que esa es la fecha correcta.
   12. Referente a las persecuciones en algunas de las colonias
Americanas, daremos algunos ejemplos.
   Refieren las crónicas que en cierta ocasión se encontraba enfermo
uno de los miembros de la Iglesia de Clarke.   El enfermo vivía en la
línea fronteriza de la Colonia de la Bahía de Massachusetts, pero
dentro del territorio de esa Colonia, Juan Clarke, en compañía de un
predicador visitante llamado Crandall y un laico, llamado Abdías
Holmes
, fue a visitar al aludido enfermo.
   Estando en esa casa, y mientras celebraban una especie de culto
de oración, se presentaron unos funcionarios de la Colonia, quienes
arrestaron a los tres, entregándolos, más tarde a los tribunales para
su procesamiento.   Añade la crónica que con el objeto de obtener
mayores pruebas de culpabilidad de los acusados, se los llevó a una
reunión religiosa de esa Colonia, con las manos atadas (así lo dice la
crónica).
   El cargo que se les imputó después fue de "no haberse quitado el
somberero en un servicio religioso."
  Se los juzgó y declaró convictos.
Como estuviese presente el gobernador Endicott, éste, en un arrebato
de ira, le enrostró a Clarke el que hubiese negado el bautismo de los
niños.   Pero ése no era el asunto que se ventilaba.   Luego añadió: "Sois
dignos de muerte, pero yo no quiero introducir en mi jurisdicción
semejante cachivache."

   La pena que se les impuso fue una multa, o de lo contrario, ser
bien azotados.   La multa de Crandall, que era forastero que estaba de
visita, fue de cinco libras esterlinas; la de Clarke, el pastor fue de
veinte, y la de Holmes, que había sido congregacionalista y se había
pasado a los bautistas, fue de treinta libras, o sean ciento cincuenta
pesos oro.
   Las multas de Clarke y de Crandall se las pagaron unos amigos.
Holmes, en cambio, no quiso que se la pagasen, sosteniendo que él
no había hecho ningún mal; y así fue azotado.   La crónica dice que
fue desnudado hasta la cintura y azotado hasta el punto de correrle la
sangre a lo largo del cuerpo, luego de las piernas, hasta llenárseles los

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zapatos de ella.   Añade la crónica que quedó tan maltrecho, que le fue
imposible acostarse, pues tenía el cuerpo tan dolorido, que no podía
soportar el contacto de la ropa de la cama.   Y así, para poder dormir,
se apoyaba sobre las manos o los codos y las rodillas.   Yo he leído
todas las crónicas relacionadas con este azotamiento y otras cosas, y
hasta la propia declaración de Holmes.   Es difícil concebir nada más
brutal que eso.   ¡Y tan luego aquí en América!
   13. Un tal Painter, por haber rehusado bautizar a su hijito, y
expresar que en su opinión "el bautismo infantil era una práctica
anticristiana,"
fue amarrado y azotado.   El gobernador Winthrop
nos refiere que Painter fue azotado "por haber vilipendiado ese
ordenamiento del Señor."

   14. En la colonia donde era religión oficial el Presbiterianismo,
los disidentes (Bautistas y otros) parece que no lo pasaban mejor
que en la Colonia de la Báhía de Massachusetts, donde imperaba el
Congregacionalismo como religión oficial.
   En esta colonia había un poblado de Bautistas, en el que sólo
había otras cinco familias pertenecientes a otra comunión.   Los
Bautistas reconocían las leyes bajo las cuales vivían, y las atacaban,
según los refieren las crónicas.   Sucedió, pues, que las autoridades de la
Colonia acordaron construir una casa destinada al culto presbiteriano
en el susodicho poblado Bautista.   Para reunir fondos, se impuso un
impuesto.   Los Bautistas reconocieron autoridad a los Presbiterianos
para imponer este nuevo y extraordinario impuesto; no obstante, se
permitieron hacer la siguiente presentación a las autoridades en contra
del aludido impuesto, diciendo:
   "Apenas acabamos de establecernos; y recién terminamos de
construir nuestras pobres cabañas, y de trazar nuestros jardinillos
y de roturar nuestras parcelas para la siembra.   Parte de nuestros
campos aún no han sido desmontonados.   Además, ya se nos han
impuesto contribuciones hasta el límite de nuestra capacidad, para
erigir un fuerte para protegernos de los indios.   No nos es posible, por
consiguiente, pagar por ahora otros impuestos."

   He aquí en sustancia el tenor de su alegato.   Pero la contribución
se impuso; y como no fue posible pagarla entonces, se embargaron
los bienes de los pobladores, y se vendieron en subasta pública.   Sus
cabañas, jardines, parcelas y hasta su cementerio, todo fue vendido

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en remate público.   Una propiedad valuada en trescientas sesenta y
tres libras y cinco chelines, fue vendida en treinta y cinco libras y diez
chelines.   Algunos de estos bienes fueron comprados por el predicador
que había de predicar en la capilla que se proyectaba construir en aquel
lugar.   Huelga decir, que el poblado aquel quedó arruinado.
   Son tantas las leyes opresivas que se dictaron, que se podría
llenar un libro bastante voluminoso, como ser: actos de tributación
terriblemente onerosos, así como duros procedimientos de diversa
naturaleza, dirigidos principalmente contra los Bautistas.   Pero en
estas disertaciones no se puede entrar en pormenores.
   15. La persecución contra los bautistas fue grave y continuada en
las colonias del Sur y en la Carolina del Norte y del Sur y en Virginia
especialmente, territorios donde la Iglesia de Inglaterra predominaba.
Los predicadores fueron no pocas veces multados y encarcelados.
Desde el inicio de la época colonial hasta el estadillo de la guerra de
la Independencia, es decir, durante más de cien años, las persecuciones
contra los bautistas fueron incesantes.
   16. Daremos algunos ejemplos de las injusticias que los Bautistas
de Virginia tuvieron que sufrir; y sin embargo, por extraño que
parezca, Virginia fue el lugar que en el país siguió a Rhode Island en
adoptar la libertad religiosa.   Pero para eso habían de pasar todavía
más de cien años.   Pero las injusticias, a causa de las cuales fueron
encarcelados más de treinta predicadores en diferentes ocasiones,
"se debieron al hecho de haber los tales predicado el Evangelio del
Hijo de Dios."

   Jaime Ireland en un caso que sirve de ilustración.   Fue preso.
Una vez preso, sus enemigos trataron de fulminarlo con pólvora.
Como eso les fracasó, procuraron asfixiarlo quemando azufre bajo
las ventanas de la cárcel.   Como esto también les fallase, ensayaron
de sobornar a un médico para que lo envenenase.   Pero todo les falló.
Y así, él pudo seguir predicando a su pueblo desde las ventanas de
la cárcel.   Entonces, sus enemigos levantaron una pared en torno a la
cárcel para que la gente no pudiera verlo a él ni él a ellos; pero aún
esa dificultad fue superada.   Pues la gente, luego que se había reunido
junto a la cárcel, levantaba un pañuelo en un palo bastante largo
como para que una vez alzado él lo pudiese ver por sobre la pared,
con lo que indicaban que estaban allí para oírlo.   ¡Y así la predicación
continuaba!

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   17. Más tarde, fueron arrestados tres predicadores Bautistas: Luis
y José Craig, y Aarón Bledsoe
, por la misma causa.   Uno de ellos, al
menos, era pariente consanguíneo de R. E. B. Baylor y probablemente
de más de un predicador Bautista tejano.   Estos predicadores fueron
denunciados y procesados.   Un tal Patricio Henry, enterado de ello,
no obstante vivir muy lejos y ser anglicano, concurrió al proceso,
haciendo un largo viaje de muchas leguas a caballo, y se ofreció
voluntariamiente a defender a los acusados.   Su defensa, que fue
magnífica, no me es posible describirla aquí.   Con todo, diré que
arrebató al tribunal, con el resultado de que los predicadores fueron
absueltos y puestos en libertad.
   18. Fuera de Rhode Island la libertad religiosa en otras partes, se
fue implantando lenta y paulatinamente.   En Virginia, por ejemplo, se
promulgó una ley que permitía un solo predicador Bautista, nada más
que uno, en todo el condado.   Es más; sólo se le permitía predicar una
vez cada dos meses.   Más tarde, se modificó la ley en el sentido de
permitirle predicar una vez por mes.   Pero aún así, había de hacerlo
en determinado lugar del condado.   Había, además, de predicar un
solo sermón ese día, y no hacerlo jamás de noche.
   Se aprobaron, además, leyes que prohibían positivamente
cualquier obra misionera
no sólo en Virginia, sino en otras colonias.
Es por eso que Judson fue el primer misionero que fue al extranjero,
por no ser permitido por las leyes hacer obra misionera en el propio
país.   De ahí que hubo de pasar mucho tiempo y de librarse muchas
y formidables batallas en la cámara virginiana de Burgueses, para
modificar radicalmente semejantes leyes.
   19. Es evidente que una de las mayores obstrucciones con que
tropezó la libertad religiosa en América y probablemente en todo
el mundo, fue la convicción que se había apoderado de la gente, a
través de los siglos, de que la religión no podía subsistir sin el apoyo
del gobierno
; que ninguna denominación podía prosperar con las
solas ofrendas voluntarias de sus adeptos.   Tal fue el contundente
argumento en el debate sostenido en favor de la separación de la
Iglesia Anglicana en Virginia, y más tarde, en el Congreso, cuando
se discutió en él la cuestión de la libertad religiosa.   Esa batalla fue
librada durante mucho tiempo por los bautistas solos, sin la ayuda
de nadie.

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   20. Ya se ha dicho que la Colonia de Rhode Island se fundó en
1638, pero que no obtuvo la autorización regia hasta 1663.   Como ya
se sabe, fue ése el primer lugar donde se concedió la libertad religiosa.
El segundo fue Virginia, en 1786.   Y el Congreso declaró en 1791,
que la primera enmienda a la Constitución, que concede la libertad
religiosa a todos los ciudadanos, estaba en vigor.   Ese privilegio, se
debe, como todos lo reconocen, a los Bautistas.
   21. Nos permitimos contar un incidente ocurrido en el Congreso
cuando se discutía si los Estados Unidos deberían sostener una o más
confesiones religiosas o proclamar la libertad religiosa.
   Fueron presentados varios proyectos.   Uno recomendaba que
se sostuviese a la Iglesia Anglicana; otro, a la Congregacionalista,
y otro, a la Presbiteriana.   Los Bautistas, aunque ninguno de ellos
formaba parte del Congreso, sostenían ardientemente la absoluta
libertad religiosa, Santiago Madison (más tarde presidente de la
república) era su principal apoyo.
   Entonces se levantó Patricio Henry y presentó un proyecto
sustituyendo a todos los otros, según el cual serían sostenidas
las cuatro Iglesias (o denominaciones) en lugar de una sola: la
Anglicana, o Episcopal, la Congregacionalista, la Presbiteriana y
la Bautista.   Finalmente cuando vieron los demás congresales que
eso no constituiría una sola Iglesia, todos convinieron en aceptar lo
propuesto por Henry.   Su proyecto establecía que todo contribuyente
tendría derecho de manifestar a cuál de estas cuatro denominaciones
destinaba su dinero.
   Pero los Bautistas continuaron luchando contra todo eso,
sosteniendo que cualquier combinación entre la Iglesia y el Estado
era contraria a sus principios fundamentales; y que, por consiguiente,
ellos no podían aceptar ningún sostén, aunque fuese votado.   Henry
trató de persuadirlos, alegando que trataba de ayudarlos (con su
proyecto), ya que no podrían subsistir sin la ayuda del Estado.   Pero
los bautistas siguieron oponiéndose.
   Se procedió entonces a la votación, la que obtuvo la casi totalidad
de los sufragios.   Pero el proyecto tenía que votarse tres veces.   Los
bautistas, acaudillados por Madison y probablemente por otros,
continuaron luchando.

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   Se procedió luego la segunda votación, la que también resultó
casi unánime, arrastrados como fueron los congresales por la magistral
elocuencia de Henry.   Pero faltaba todavía la tercera votación.   En
esto parece que Dios intervino.   Henry fue elegido gobernador de
Virginia y dejó el Congreso, y así cuando se procedió a la tercera
votación, privado de la irresistible elocuencia de Henry, el proyecto
fue rechazado.
   Como puede verse, los Bautistas estuvieron al borde de ser una
denominación sostenida por el Estado, a despecho de su más solemne
y categórica protesta.   Y conste que no fue ésa la única oportunidad
que los bautistas han tenido de convertirse en denominación sostenida
por el Estado, pero es probable que ésa haya sido la que estuvo más
cerca de serlo.
   22. No mucho después de esto, la Iglesia Anglicana fue
completamente privada de todo sostén oficial.   Aunque algunos Estados
que seguían todavía separados de la Unión seguían sosteniendo a
alguna iglesia, el gobierno central nunca sostuvo a ninguna.   Pues en
cuanto a los Estados Unidos, la Iglesia fue completamente separada
del Estado.
   Cierto que en otras partes estos dos estuvieron unidos en maridaje
por espacio de mil quinientos años, a partir de 313.   Pero cuando
menos aquí, en los Estados Unidos, la libertad religiosa resucitó, para
jamás, volver a morir.   Y al presente, aunque en no pocos lugares lo
hacen lentamente, se va extendiendo gradualmente por todo el orbe
habitado.
   23. Pero aun en los Estados Unidos mismos la idea de la unión de
la Iglesia y el Estado fue muriendo lentamente, puesto que subsistió
todavía en varios Estados separados, mucho tiempo después de
haberse consignado en la Constitución Federal la libertad religiosa.
Sin embargo, Massachusetts, donde dicha idea halló albergue en
América, como ya se ha expresado, la ha abandonado enteramente,
después de dos siglos y medio de haberla mantenido.
   Utah es el último lugar donde se la ha dejado subsistir para afear
el rostro de la primera y más grande nación de la tierra que adoptó y
alimenta la libertad religiosa.   Recuérdese que no puede haber real
absoluta libertad religiosa en una nación cuyo gobierno sostiene, en
forma privilegiada, a una denominación religiosa.

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   24. Se han hecho muchas veces las siguientes preguntas referentes
a los Bautistas: ¿Consentirían los bautistas en que su denominación
fuese declarada Iglesia oficial, dado el caso que una nación o Estado
se ofreciese espontáneamente a reconocerlos en ese carácter?   Y en
caso afirmativo, ¿perseguirían a los disidentes de ellos, como lo hicieron
los Católicos, o los Episcopales, o los Luteranos o los Presbiterianos
o los Congregacionalistas?   Quizá no esté fuera de lugar el que
consideremos brevemente semejantes preguntas.
   Comencemos, pues, por preguntarnos: ¿Han tenido los Bautistas,
en efecto, semejante oportunidad?   Sí que la tuvieron.
   ¿No cuenta, por ventura, la historia que en cierta ocasión el rey
de Holanda (en ese entonces Holanda comprendía Noruega, Suecia,
Bélgica, Holanda y Dinamarca) se sintió muy preocupado por la
cuestión de tener una religión oficial?   Su reino por ese entonces estaba
rodeado casi enteramente por naciones o estados que tenían religión
oficial, es decir, sostenida por el gobierno.
   Resultó, pues, que ese rey nombró una comisión para que
examinase los postulados de todas las Iglesias o denominaciones
existentes, a fin de ver cuál tenía más derecho a ser la Iglesia del
Nuevo Testamento.   La comisión informó al soberano que los mejores
representantes de la enseñanzas del Nuevo Testamento eran los
bautistas.
   Entonces el rey se propuso hacer de los Bautistas la Iglesia o
denominación oficial de su reino.   Los Bautistas le agradecieron de
todo corazón su ofrecimiento, pero no lo aceptaron, aduciendo como
razón el que ello era contrario a sus convicciones y principios
fundamentales.
   Pero esa no fue la única oportunidad que haya tenido su
denominación de llegar a ser la religión oficial de una nación.   En efecto,
esa oportunidad la tuvieron también cuando se fundó la Colonia de
Rhode Island; y en cuanto a perseguir a otros, habría sido imposible,
si es que habían de seguir siendo Bautistas.   Pues uno de los artículos
fundamentales de su fe es la libertad religiosa, de la cual fueron ellos
los primeros defensores; y no sólo de la libertad religiosa, sino de la
separación de la Iglesia y el Estado.
   25. Tan fuerte ha sido siempre la convicción de los Bautistas
tocante a la separación de la Iglesia y el Estado que, invariablemente,

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han desechado todas las ofertas de ayuda del Estado.   Al efecto,
daremos dos ejemplos: Uno ocurrió en Texas, el otro en México.
   Hace muchos años, en los primeros tiempos de la Universidad de
Baylor (que es bautista) cuando esta institución estaba todavía en su
infancia, el Estado de Texas le ofreció una ayuda económica, pero la
Universidad, aunque pasaba por momentos difíciles, rehusó tal ayuda.
En cambio, los metodistas tejanos, que tenían en ese Estado una escuela
de niños por ese mismo tiempo aceptaron la ayuda del Estado.   Huelgo
decir, que esa escuela acabó por caer en poder del Estado.
   Cuanto al caso de México, he aquí como ocurrió: Era nuestro
misionero en aquel país W. D. Powell, quien produjo profunda
impresión en el gobernador de Coahuila, Sr. Madero, con sus trabajos
misionales.   Madero le ofreció una fuerte suma a los Bautistas,
procedentes de las arcas fiscales, para que éstos estableciesen una
buena escuela en el Estado de Coahuila.   Powell presentó el asunto a
la Junta de Misiones en el extranjero.   La Junta rehusó la oferta por
provenir del Estado.
   Posteriormente, Madero dio una gran suma de su peculio personal,
la que fue aceptada, construyéndose con ella el Instituto Madero.

PALABRAS FINALES

   1. Durante todos los períodos de la Edad Media o del
oscurantismo, hubo muchos
cristianos y muchas Iglesias separadas e
independientes, algunas de las cuales remontaban su origen hasta los
tiempos apostólicos, que nunca habían tenido relación alguna con la
Iglesia Católica.   Tales cristianos e Iglesias siempre rechazaron y
repudiaron completamente las doctrinas católicas.   Es éste un hecho
perfectamente atestado por datos históricos fidedignos.
   2. Estos cristianos fueron objeto perenne de enconada e implacable
persecución.   Pues la historia demuestra que durante los doce siglos
más o menos que duró la Edad Media, comenzando con el año 426,
hubo alrededor de cincuenta millones de cristianos que sufrieron el
martirio.   En esa misma forma, a manos de sus crueles perseguidores,
murieron muchísimos millares más en los siglos que precedieron y
siguieron a la Edad Media.

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   3. Durante esos tiempos tenebrosos, esos creyentes eran
designados con diferentes nombres, que les daban sus enemigos.   Tales
nombres se les daban a veces a causa de algún notable y heroico jefe,
y a veces por otros motivos.   A veces, sí, muchas veces, no obstante
tratarse de las mismas personas, se les daba distintos nombres en
distintas localidades.   Pero en medio de tanta diversidad de nombres
había uno especial, o más bien una designación, que se adhería a
algunos de estos cristianos a través de la Edad del Oscurantismo; esa
designación era: Anabaptista.   Con ese nombre compuesto, se designó
a ciertos cristianos que aparecen en la historia del siglo tercero.   Pero
aun hecho sugestivo es que eso sucedió a raíz del origen del bautismo
infantil
; pero más sugestivo es aún el hecho de que esa designación
estuvo en uso antes que el nombre de Católico.   De todo esto resulta
que el nombre de Anabaptistas es el término denominacional más
antiguo de la historia.
   4. Una sorprendente peculiaridad de estos cristianos fue, y
continuó siendo en los siglos subsiguientes, la de que rechazaron la
doctrina, de humana invención, del bautismo infantil; y así exigían a
todos los que, habiendo sido bautizados en la infancia, deseaban unirse
a ellos, se rebautizasen, aun cuando lo hubiesen sido por inmersión.
Fue a causa de esa peculiaridad que se les llamó Anabaptistas.
   5. Ese nombre especial se aplicó a muchos cristianos que tenían
otros apodos especialmente a los Donatistas, los Paulicianos, los
Albigenses, los antiguos Valdenses y otros.
   En los siglos subsiguientes, esta designación llegó a ser el nombre
que regularmente se dio a cada grupo en particular.   Es decir, que se
los llamaba sencillamente Anabaptistas eliminándose gradualmente
todos los demás nombres.
   Muy a los comienzos del siglo dieciséis, antes de que se originase
la Iglesia luterana, la primera de todas las Iglesias protestantes, la
palabra ana comenzó a caer en desuso, siendo desde entonces llamados
sencillamente Bautistas.
   6. En los siglos del oscurantismo hubo un grupo de muchas
Iglesias que en ninguna manera se identificaron jamás con los Católicos.
De esos mismos siglos de oscurantismo salió un grupo de muchas
Iglesias que, a semejanza de las anteriores, tampoco se habían
identificado jamás con los Católicos.

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   A continuación, consignamos algunas de las doctrinas
fundamentales sostenidas por ellos, durante la Edad Media y al salir
de ella.   Esas mismas doctrinas son los que ahora sostienen:

DOCTRINAS FUNDAMENTALES

   1. Una Iglesia espiritual, que tiene a Cristo por su fundador, su
cabeza y legislador.
   2. Sus ordenanzas son únicamente dos: el Bautismo y la Cena
del Señor.   Estas ordenanzas son meramente simbólicos; no salvan.
   3. Sus ministros son dos, no más: obispos o pastores, y diáconos.
Estos son servidores de la Iglesia [local].
   4. Su gobierno es una pura democracia, y eso de carácter
ejecutivo; jamás legislativo.
   5. Sus leyes y doctrinas, el Nuevo Testamento y nada más que el.
   6. Sus miembros, los creyentes únicamente, salvos por gracia, no
por obras, mediante el poder regenerador del Espíritu Santo.
   7. Sus requisitos: los creyentes ingresan a la Iglesia mediante el
bautismo, que debe administrarse por inmersión; luego deben prestar
obediencia y lealtad a todos los mandamientos del Nuevo Testamento.
   8. Las varias Iglesias, aunque separadas e independientes en la
práctica de sus leyes y disciplina y en sus responsabilidades para con
Dios, deben cooperar unas con otras.
   9. Completa separación de la Iglesia y el Estado.
   10. Absoluta libertad religiosa para todo el mundo.

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Algunos Libros de Referencia
Usados por el autor al preparar sus disertaciones sobre
"EL RASTRO DE LA SANGRE"

Historia de los Bautistas en Virginia--Semple
Sucesión de los Bautistas--Ray
Los Bautistas en Alabama--Holcomb
Historia de los Huguenots--Martín
Cincuenta Años Entre los Bautistas--Benedict
Libro de Mártires--Fox
Mi Iglesia--Moody
La Deuda del Mundo a los Bautistas--Porter
Manual de la Iglesia--Pendleton
El Mal del Bautismo Infantil--Howell
Reminiscencias, Bosquejos y Discursos--Hutchinson
Historia Breve de los Bautistas--Vedder
La Lucha para la Libertad Religiosa en Virginia--James
El Génesis de Antimisionismo en América--Carroll
El Bautista Verdadero--A. Newton
Los Bautistas en América--
Cox y Holey
Guía de Estudio Sobre la Historia Eclesiástica--McGlothlin
Los Principios Bautistas Reestablecidos--Jeter
El Presbiterianismo en Virginia y Libertad Religiosa en Tiempos Coloniales
   y de la Revolución--Johnson
El Presbiterianismo Hace 300 Años--Breed
Historia de la Iglesia Presbiteriana en el Mundo--Reed
Creencia Católica--Bruno
El Cambelismo Examinado--Jeter
Historia de los Bautistas de Nueva Inglaterra--Burrage
Historia de la Redención--Edwards
Principios y Prácticas de Iglesias Bautistas--Wayland
Historia de Asociación Bautista de la Libertad de Carolina del Norte--
   Sheets
Carson Sobre el Bautismo
Historia y Literatura de las Primeras Iglesias--Orr
Historia de los Bautistas en Kentucky--Spencer
Historia Bautista--Orchard
La Perpetuidad Eclesiástica Bautista--Jarrel
Desestablecimiento--Harwood
Progreso de Principios Bautistas--Curtis
Relato de los Bautistas--Cook
Romanismo en su Hogar--Eager
Americanismo Contra Catolicismo--Grant

La Fe de Nuestros Padres--Cardinal Gibbons
La Fe de Nuestros Padres Examinada--Stearns
Relato de Misiones Bautistas--Hervey
El Bautismo--Conant
El Bautismo Cristiano--Judson
La Separación de Iglesia y Estado en Virginia--Eckenrode
Progreso de la Libertad Religiosa--Schaff
Doctrinas y Principios de la Iglesia Metodista Episcopal
Las Iglesias de Piedmont--Alix
Historia de los Valdenses--Muston
Historia de los Bautistas--Backus
Los Antiguos Valdenses y Albigenses--Faber
Historia de los Valdenses de Italia--Combs
Historia de los Bautistas--Benedict
Biografía Bautista--Graham
Primeros Bautistas Ingleses--Evans
Historia de los Bautistas Galeses--Davis
Historia Bautista--Cramp
Historia de los Bautistas--Christian
Historia Breve de los Bautistas--Vedder
Súplica a la Iglesia Presbiteriana de Cumberland--Jones
Religiones del Mundo--(compilado de varios autores)
Historia de la Reformación en Alemania--Ranke
Historia de la Iglesia--Kurtz
Constitución de la Iglesia Presbiteriana en E.U.A.
Doctrinas y Disciplina, Iglesia Metodista Episcopal Africana--Emory
Historia de la Iglesia--Jones
Historia de la Religión e Iglesia Cristiana-- Nea[n]der
Historia Eclesiástica--Mosheim
Historia de la Iglesia Cristiana--Gregory
Historia de la Iglesia--Waddington
Manual de Historia de la Iglesia--Green
Manual de Historia de la Iglesia--Newman
Historia de Anti-Pedo Bautismo--Newman
Enciclopedia Católica (16 tomos)
Enciclopedia Bautista--Cathcart
Enciclopedia de Conocimiento Religioso--Brown
Enciclopedia Británica
Origen de Discípulos--Whittsitt
Enciclopedia de Conocimiento Religioso--Schaff- Herzogg
Libro de Mártires--Fox
Historia Bautista--Schackleford

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